DEL AMOR AL ODIO HAY SOLO………………… UN ACTA DE DIVORCIO

Es estremecedor pensar que hasta hace muy poco uno estaba teniendo una vida tranquila, sin odios, ni resentimientos, sólo paz y felicidad dentro de un hogar que realmente pensamos estaba bien constituido, de pronto empiezas a darte cuenta que todo era una ilusión y lo que tu creías estaba bien era una farsa completa……………. Y entonces empieza el divorcio.
Al principio asimilarlo es difícil, te queda una sensación de fracaso, empiezas a cuestionarte como mujer, y te preguntas ¿en que falle? Ojo nunca nos preguntamos en que fallaron ellos, la pregunta siempre es que hicimos mal nosotras, como si en esta historia la única responsable de todo es una.
La siguiente etapa es la ira, uno siente rabia por lo sucedido y más aún si el divorcio se debe a otra mujer, pero esta etapa es muy corta, pues viene la siguiente que es la autocompasión; y te preguntas si alguna vez  encontrarás a alguien que de verdad te valore, te ame y te de lo que mereces, pero en eso surge el pesimismo que te dice que es imposible ya que estás muy vieja, gorda y acabada……….. ¿Quién se va a fijar en mí? Es la incógnita que siempre surge, y nuestra desdicha empieza a hacerse pública. De pronto nos encontramos en la calle con algún amigo que no vemos hace años y en la primera pregunta de cómo estamos soltamos el “me divorcié” causando la incomodidad de quien atónitamente nos mira y no sabe qué decir, y de pronto solo atinan a soltar un “lo siento mucho” como si se tratase de un momento de duelo…………… o tal vez sí lo es.
Cuando menos nos damos cuenta estamos contándole a toda la ciudad que estamos divorciadas, nos pregunten o no, no interesa es de lo único de lo que queremos hablar, a ver si por ahí alguien nos dice que nuestro ex es un estúpido que no sabe lo que se pierde. Pero lo peor de todo es que mientras nosotras estamos contando lo que creemos es nuestra peor desgracia, ellos están felices paseando con su nueva conquista, por supuesta una chica mucho más joven y delgada y llena de vida que nosotras; y, que hacemos, seguimos dando lástima a todo aquel que se nos presente.
No sé en qué momento termina esa etapa, pero lo cierto es que de pronto un día despiertas y te sientes más aliviada, ya no más llanto en las mañanas, te miras en el espejo y ves a una mujer de verdad, que quizás ya no sea una veinteañera, pero estamos bien……………. Y entonces sucede lo inevitable, volvemos a vivir.
Es muy probable que esa energía que trasmitimos, sea tan diferente, que las personas que nos rodean se dan cuenta, ya no mas conversaciones sobre el ex que nos dejo, ya nada gira en torno a él, es hora de comenzar a preocuparnos en nostras y darnos cuenta de que hemos sobrevivido, que somos unas guerreras, que nada nos va a tumbar………. La tormenta ya pasó.
Es gracioso porque hasta este punto, el ex siempre ha estado preocupado por nosotras y por los niños, sintiéndose quizás algo culpable por dejarnos, y tratando de protegernos, dentro de su inmenso egoísmo se sienten unos súper héroes, únicos en poder consolarnos………………….. De pronto todo empieza a tomar sentido y cuando menos lo esperamos, nos volvemos a enamorar.
Esta etapa es la más difícil, el ex deja de ser aquel amigo incondicional y padre excepcional y pasa a ser el más férreo enemigo…………….. ¡¡¡¡¡ Como nos hemos atrevido a rehacer nuestra vida, eso es un acto imperdonable!!!!!! Las cosas nunca más vuelven a ser las mismas, una vez más entramos en batalla, a pesar de que nuestro ex se volvió a casar y tener otros hijos, es lo de menos, el pecado es que nosotras nos atrevimos a enamorarnos de nuevo.
Como se sale de esta situación, las cosas se tornan  difíciles, ya no mas conversaciones amicales, ahora todo son amenazas, gritos y llanto de los chicos por ver más peleas de las que veían antes del divorcio…………. Todo es un caos, uno empieza a desmoronarse, inútilmente tratamos de levantarnos, todo es muy  confuso, queremos tomar una decisión respecto a nuestra vida, empezamos a cuestionar todas nuestras prioridades y solo queremos escapar de este infierno………………. Luego surge el ¿Por qué quiero escapar? No he hecho nada de malo, yo no abandoné a mi familia, yo no traicioné el amor de mi esposo, yo solo estoy intentando ser feliz nuevamente.
Quiero ser muy optimista, se que este es un proceso largo, pero como lo dije ¡¡¡¡Somos unas Guerreras!!!! No podemos dejar de luchar, nunca debemos perder la oportunidad de volver a amar y ser amadas, es cuestión de tiempo, soy una convencida de que el tiempo todo lo cura, y que la vida se encarga de que las cosas empiecen a encajar, cuando menos lo esperemos todo va a estar bien……………….. Hasta el siguiente café.

Comentarios

Entradas populares